Por Miguel López de Toro
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Los Patriots ganan una Super Bowl que
pasará a la historia por una decisión “controvertida”. Pete Carroll, uno de los mejores entrenadores de la NFL, decidió
cantar una jugada de pase cuando su equipo estaba a 1 yarda y
teniendo como runningback a Marshawn Lynch, apodado “Beast
Mode” por su capacidad de arrollar a los contrarios y ganar yardas
después de ser placado o tocado por los defensas.
La Super Bowl se disputó en Arizona
y enfrentaba a los dos mejores equipos de la temporada regular, es
decir, los equipos con más victorias en sus respectivas conferencias.
Los New England Patriots comandados por Bill Belichick
y su quarterback estrella Tom Brady, se enfrentaban a los
Seattle Seahawks dirigidos por Carroll y con la
“Legion of Boom”, su defensa secundaria, como grandes estiletes.
El partido se presentaba como la
batalla entre Brady unos de los mejores pasadores y
controladores de juego de la historia de la NFL contra una de las
defensas más dominantes que se ha visto en la liga. Y no defraudó a
quienes esperaban ver esto, ya que Tom logró 4 pases de TD
con 328 yardas de pase, sin embargo la defensiva logró realizar dos
intercepciones.
Si había algo que podía desequilibrar
la balanza para este encuentro ese era el factor “Beast Mode”,
Lynch logró 24 carrera para 102 yardas y un td. Su labor
estuvo al nivel que se esperaba, sin embargo fue el joven wildreciver
Matthews que realizó 4 capturas, las primeras de su carrera,
para 109 yardas y un td, el que mantuvo a los Halcones en el partido
hasta el final.
El partido comenzó muy mal para el
espectador, ya que ningún equipo logró anotar en el primer cuarto,
las defensas se imponían y los grandes jugadores de ataque no
parecían estar cómodos.
El Segundo cuarto comenzó con la
lesión del córnerback de Seattle Jeremy Lane que , a
la postre, sería definitiva para el juego, ya que Brady y sus
experimentados receptores, Amendola y Edelman, encontraron en el
sustituto de Lane la brecha para lograr tumbar a la defensa
rival. Los dos equipos lograron anotar dos td antes del descanso, por
lo que la segunda mitad se presentaba muy interesante.
La segunda mitad comenzó con un buen
ataque dirigido por el joven mariscal Wilson, que llevó a su
equipo a lograr un field goal y continúo con una intercepción de
Wagner, a pase de Brady, que hizo posible el 3º td de Seattle
y que ponía el marcador 24-14 lo que parecía finiquitar el juego.
El último periodo fue una clase
magistral de cómo llevar un ataque, por parte de Tom Brady,
que logró 2 td en 13 minutos, lo que ponía el marcador con un
24-28 con tan sólo 2 minutos por jugar. El ataque terrestre continuó
funcionando y a falta de 1:12 puso el balón dentro del campo de los
Patriotas.
La siguiente jugada fue un pase muy
arriesgado de Wilson a Kearse que el Wr logró coger
después de que el balón le pegara en una rodilla, cuando el jugador
ya estaba en el suelo tras un choque con el defensa, y cayese
milagrosamente en sus manos. El receptor se levantó y consiguió
avanzar un par de yardas más hasta la 6.
Todo el mundo enmudeció, a falta de
poco más de 1 minuto Seattle tenía que recorrer 6 yardas para ser
campeón por segunda vez consecutiva. La primera jugada, el balón fue
para Lynch que logró una carrera de 5 yardas y dejaba todo
listo para sentencia. 25 segundos para acabar el partido y todo un
estadio esperando ver como “Beast Mode” conseguía avanzar la
yarda que le quedaba a su equipo para ganar la Super Bowl, y de
repente….INTERCEPTADOS!!!
Que debió pasarse por la cabeza de
Pete Carroll para cantarle a Wilson una jugada de pase,
contando con un mal cuerpo de receptores y teniendo al mejor de este
juego en esas lindes, ataque de entrenador?? Nunca lo sabremos pero
el pase al medio de la flat fue interceptado por un defensa rookie y
el sueño de volver a ser campeones se terminó.
Nadie podía entender que había
pasado, la cara de Carroll sólo fue comparable con los
pensamientos que debieron rondar la mente de Lynch. Los
Patriots lograron la victoria que, sin duda, encumbra a Tom Brady
al olimpo de los más grandes. Es junto al mítico Joe Montana
el único qb con 4 super Bows, merecido triunfo para uno de los más
grandes, pero esta final siempre será recordado como la que no
permitieron ganar a Lynch por la decisión, según los
analistas de NFL de EE.UU, “más estúpida de la historia de las
SuperBowl”.
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