Por @RaiSaporta
El pasillo
Para
entender el rugby, hay que tener claros ciertos conceptos básicos
inherentes al propio deporte, sin los cuales, no se llega a captar
toda la complejidad del juego.
El
respeto
A
pesar de ser un deporte agresivo, aparentemente violento, y en el que
en ocasiones se llega a las manos, uno de los aspectos fundamentales
y de los principales valores que se intenta transmitir en las
escuelas es el respeto a los compañeros,
a los rivales y al árbitro.
De
hecho, uno de los puntos en los que más
se hace hincapié y por donde caen las sanciones más fuertes en este
deporte, es en la lealtad y la honestidad. Se castiga mucho y muy
duramente ir contra el espíritu del juego e intentar engañar o
agredir a un jugador que no se puede defender. Afortunadamente estas
situaciones son las menos.
El
pasillo
Este
respeto al rival del que hablamos, muestra toda su magnitud cuando,
al acabar el partido, los jugadores del equipo ganador hacen un
pasillo para que pasen los jugadores del equipo perdedor, mientras
les aplauden y les dan las gracias por el partido. Acto seguido, el
equipo perdedor le hace el pasillo al equipo ganador. no existe otro
deporte en el que se de esta circunstancia
El
árbitro
Cuando
dos equipos (o personas) se enfrentan en cualquier faceta de la vida,
tiene que haber alguien que otorgue carácter de oficialidad al duelo
y que ejerza de moderador del mismo. En deporte, a esta gente se les
llama árbitros y, puesto que son los garantes de la disputa en
condiciones acordes a un reglamento preestablecido y aceptado.
El
árbitro es tan importante en rugby, que se le trata de usted y se le
llama “Señor”. Al menos dentro del campo y mientras dure la
disputa del partido (esto incluye el tiempo que va desde que acaba el
mismo, hasta que se acabe el tercer tiempo). Fuera del campo, los
árbitros suelen ser simpáticos frikis del rugby que se enzarzan en
discusiones metafísicas sobre el mismo de las que más vale escapar.
Las
decisiones que toma el árbitro
son sagradas. Todo el mundo acepta que alguien tiene que dirigir el
partido y que, por ello, hay que respetarle e intentar facilitar al
máximo su labor. De hecho, con el árbitro solamente hablan los
capitanes y está sancionado protestar sus decisiones.
El
TMO
Hace
unos años entró la
tecnología en el rugby de alto nivel en forma de arbitraje de vídeo.
En un principio, se usó para ayudar al árbitro a conceder o no un
ensayo. Otro árbitro, repasaba el posible ensayo desde todos los
puntos de vista posibles (con las cámaras de la realización) y le
indicaba, si se veía o no que había sido ensayo.
Recientemente
se ha añadido una función más al TMO (el árbitro de vídeo), que
es la de arbitrar jugadas en las que el árbitro tenga dudas de lo
que ha sido: un placaje intencionado o no a un jugador que está en
el aire (es un ejemplo del último Argentina-Australia), o alguna
jugada que ni el árbitro ni los jueces de línea han visto con
claridad.
Las
infracciones y posterior puesta en juego
En
rugby, cada tipo de infracción
conlleva una puesta en juego diferente. En ocasiones, hasta se puede
elegir entre dos opciones. El rugby es más complejo de lo que
parece, aunque es sencillo de entender si uno se aplica con lo
esencial. Las peculiaridades se van aprendiendo con el tiempo. Pero
vamos a lo básico.
Infracciones
básicas.- Se castigan con una
melé
con introducción del equipo no infractor. Son aquellas que afectan,
sobre todo, al juego en sí: sacar de banda (touche) de manera
parcial, efectuar mal un saque de centro, dar un pase adelantado, no
sacar el balón de un agrupamiento, que se gire más de 90º la melé…
Infracciones
técnicas.- Se sancionan con
un golpe franco
a favor del equipo no infractor. Son aquellas que impiden al
contrario jugar en igualdad de condiciones: introducir de manera
parcial el balón en una melé, en un saque de touche tener un
jugador más, invadir el pasillo o tocar el balón antes de los 5
metros…
Infracciones
“tácticas”.- Se sancionan
con un golpe de
castigo. Son las
que afectan directamente al correcto desarrollo del juego, lo que
serían las “faltas”: estar en fuera de juego, placar a un
jugador por encima de los hombros o hacerlo sin balón de por medio,
hundir la melé, tirar del saltador en la touche, intentar ganar el
balón con las manos o entrar por el lateral en un agrupamiento,
protestar al árbitro, agredir al contrario
Las
sanciones
Durante
un partido, el árbitro puede sancionar con tarjeta amarilla o con
tarjeta roja.
La
tarjeta amarilla
conlleva una expulsión temporal de 10 minutos en los que el jugador
sale del campo, sin poder ser remplazado, y se sienta en el banquillo
de sancionados. Tradicionalmente, el jugador se iba debajo de los
palos que defendía su equipo y miraba desde allí mientras se movía
para no quedarse frío.
Se
muestran por reiteración de
infracciones, por acciones de juego desleal (antijuego) o protestar
airadamente al árbitro (solamente lo he visto una vez), por ejemplo.
La
tarjeta roja
conlleva la expulsión total del encuentro. Es raro verlas pues
suelen ser consecuencia de dos amarillas o de una agresión flagrante
al rival.
A
alto nivel, se pueden sancionar jugadas ya arbitradas, acabado ya el
partido, rearbitrándolas en función de las imágenes de televisión.
Las
sanciones que se imponen en rugby son por semanas y afectan tanto a
partidos de selecciones, como de clubes, independientemente de la
competición en la que se produjeran los hechos sancionados
El
mark
Cuando
un jugador recibe “de volea”, es decir, sin que el balón bote
previamente, una patada dentro de su zona de 22 y tiene cerca a algún
rival, puede solicitar un “mark”, gritando esa palabra mientras
coge el balón. No podrá ser placado y pondrá el balón en juego
desde el punto desde el que ha pedido el “mark”, como si de un
golpe franco se tratase. La única salvedad de este golpe franco es
que no se puede convertir en una melé y lo tiene que poner en juego,
sea pateando a touche, sea golpeando el balón con el pie y
pasándoselo a un compañero, el jugador que ha pedido el ”mark”
El
anulado
Cuando
un jugador posa el balón en su propia zona de marca, o es placado
dentro de la misma, se considera que ha “anulado”. El anulado es
equivalente a ensayar en tu propia zona de marca. El balón se pone
en juego:
a)
Mediante una melé a cinco
metros de la línea de ensayo, con introducción del equipo rival, si
el balón lo introdujo el propio jugador que anuló o alguien de su
equipo en la zona de marca
b)
Mediante puntapié a “bote
pronto” desde dentro de la zona de 22 por parte del equipo que hizo
el anulado, si el balón lo metió en la zona de marca el equipo
rival.
Los
cambios
Cada
equipo puede efectuar ocho cambios definitivos, siempre y cuando tres
de ellos sean de primeras líneas.
Además,
se pueden sustituir temporalmente jugadores que hayan sufrido una
contusión en la cabeza o que estén sangrando y haya que cortarles
la hemorragia. En ambos casos, el jugador reemplazado tiene 10
minutos para volver al campo o el cambio será definitivo.
Cuando
un primera línea haya sido
expulsado temporalmente y se produzca una melé, otro jugador deberá
ser sustituido por un primera línea, mientras dure la sanción del
expulsado, para que se puedan disputar las melés.

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